Una ilustración del narrador y artista plástico Rolando García 

Título: Última carta
Técnica: Tinta China
Autor: Rolando García
Año :2014
Medidas: 13 x  17 cm 

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Rolando García. Originario de Papantla, Veracruz. Miembro de los grupos culturales Papan Real A.C. y Sindicato de la Imaginación Ceiba Andante. Participaciones: exposición fotográfica colectiva 2010 “Imágenes en el Tiempo”, Veracruz.  “Sensaciones”, dibujos en tinta china en la Casa Museo Carlos Pellicer Cámara en Villahermosa, "Los Cien de Paz" homenajes a Octavio Paz en once sedes del estado de Veracruz. sus trabajos han aparecido en las revistas Río Arriba y K´atsiyatán.            

                      Cinco relatos cortos de Diana Vázquez

 

                                            El escritor que quiso escribir un gran cuento

 Había una vez un escritor tan flojo que...

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 Novia psycho

Ella llevó sus manos alrededor de su cuello, lo apretó con toda su fuerza de tal manera que él siempre estuviera azulado.

                                                                         

  Dibujo de Roland Topor

                                                                                                    

 Instrucciones para irse a la chingada

Ame usted a quien no lo ama.

                                                                                               

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 McDonald’s

Nos casamos, ella ni yo sabemos cocinar. Después de subir 20 kilos en nuestros primeros tres meses, supimos que no moriríamos de hambre, sino de comida rápida.

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   Lastima

 En el momento en que la vio pasar Santiago fue feliz pues sabía que ella aún sentía algo por él, hasta que recordó que la lástima también es un sentimiento.

Diana  Vázquez (Villahermosa, 1996). Estudia la licenciatura en física en la  facultad de ciencias de la UNAM. Hiperactiva intelectualmente, sus principales  áreas de interés son: matemáticas, física, geología, biología, robótica, música, historia  y divulgación de la ciencia, y por supuesto, literatura. Le fascinan los ajolotes, no así Julio Cortázar. Su mejor terapeuta ha sido Twitter.